Cada persona es única y nuestro tipo de piel también, por lo que aprender a identificar hacia donde tiende y como cuidarla, es de gran ayuda para mantenerla saludable. No es sencillo, pero en este artículo intentaremos simplificarlo al máximo para que puedas introducir en tu rutina los ingredientes que mejores resultados le aportarán a tu piel.
La piel es el reflejo de lo que nos ocurre a nivel interno, es un gran aliado para determinar desbalances y solucionar problemas antes de tiempo, toma el tiempo de hablar y conectar con ella y juntas os veréis y sentiréis en vuestra mejor versión.
¿Cómo saber qué tipo de piel tengo? A lo largo de este artículo, exploramos esta pregunta vital para asegurarnos de que estás utilizando los productos más adecuados para tu piel.
Tipos de piel que existen
Piel normal
Este tipo de piel es el equilibrio perfecto. Las personas con piel normal suelen tener poros pequeños, una textura suave y un tono uniforme. No te preocupes si no es tu caso, se puede llegar ahí. Con autocuidado y amor, todo es posible. Un equilibrio tanto interno como externo.
Piel seca
Si tu piel se siente tirante, especialmente después de la limpieza, es probable que tengas la piel seca. Este tipo de piel puede tener un aspecto opaco, con líneas de expresión visibles y menos elasticidad.
Piel grasa
Las pieles grasas son aquellas que producen más grasa de lo normal, como mecanismo frente a la deshidratación o por la acción de un desbalance hormonal. Tiende a verse brillante y con poros más visibles. La piel grasa puede ser propensa a los puntos negros, las espinillas y otros tipos de acné.
Piel mixta
Si tienes algunas áreas de la cara que son secas o normales, y otras, como la zona T (frente, nariz y barbilla), son grasas, entonces tienes la piel mixta.
Piel sensible
Este tipo de piel puede enrojecerse fácilmente, picar, arder o sentirse irritada. Si notas que tu piel reacciona a ciertos productos o a condiciones climáticas, es probable que tengas la piel sensible.
Método sencillo para conocer el tipo de piel que tienes
La mejor forma de cerciorarse por completo qué tipo de piel tienes es acudir a un dermatólogo y realizar las pruebas pertinentes. Aunque hay tipos de piel que son fáciles de determinar con un sencillo test, o al menos acercarnos. Puedes seguir estos pasos:
1. Comienza limpiando tu piel: antes de hacer cualquier prueba, es importante que tu piel esté en su estado más natural. Por lo tanto, lávate la cara con un limpiador suave y luego sécala dando suaves toques con una toalla. No apliques ningún producto después de limpiar tu piel.
2. Espera una hora: trás la limpieza, espera una hora para que tu piel vuelva a su estado natural. Durante este tiempo, tu piel debería producir los aceites naturales que necesita.
3. Observa tu piel: Después de una hora, observa tu piel en un espejo bajo buena luz. Presta atención a la textura de tu piel y a cómo se siente al tacto.
- Si tu piel se siente tensa y puedes ver descamación o grietas, entonces probablemente tienes la piel seca.
- Si tu piel tiene un brillo notable y se siente un poco grasa, entonces probablemente tienes la piel grasa.
- Si solo tienes grasa en la zona T (la frente, nariz y barbilla) y el resto de tu cara se siente normal o seco, entonces probablemente tienes la piel mixta.
- Si tu piel no se siente particularmente grasa o seca, y tiene una textura uniforme, entonces probablemente tienes la piel normal.
- Si tu piel se enrojece fácilmente, se siente áspera o se irrita con facilidad, entonces probablemente tienes la piel sensible.
¿Qué sucede si aplico productos que no son para mi tipo de piel?
Aplicar productos que no son adecuados para tu tipo de piel puede provocar una serie de inconvenientes. Si tienes piel grasa y usas productos para piel seca o con ingredientes comedogénicos, podrías terminar con más sebo y brotes de acné. Si tienes piel seca y usas productos para piel grasa, tu piel podría volverse aún más seca y sensible. Es por eso que es tan importante conocer tu tipo de piel y utilizar productos que estén diseñados para ella.
¿Cómo darme cuenta que no estoy aplicando productos apropiados?
Algunas señales de que no estás utilizando los productos adecuados para tu piel incluyen:
- Irritación o enrojecimiento: Si un producto te provoca ardor, picor, enrojecimiento o cualquier tipo de irritación, es probable que no sea el adecuado para tu piel.
- Sequedad o tirantez: Si sientes tu piel particularmente seca o tensa después de usar un producto, podría ser demasiado fuerte o no proporcionarte la hidratación que necesitas.
- Aparición de granos o brotes de acné: Si estás experimentando brotes de acné más frecuentes o intensos después de empezar a usar un producto nuevo, este puede estar obstruyendo tus poros o ser demasiado graso para tu tipo de piel.
- Exceso de grasa o brillo: Si notas que tu piel se ve más grasa o brillante de lo normal después de usar un producto, puede que este sea demasiado rico para tu tipo de piel.
En conclusión, conocer tu tipo de piel es el primer paso para poder cuidarla de la mejor manera posible. Una vez que sepas qué tipo de piel tienes, podrás elegir los productos más adecuados para sus necesidades específicas. Recuerda, en el mundo de la cosmética Clean Beauty, la personalización y el conocimiento propio son la clave para una piel sana y radiante.
Si tienes dudas sobre los productos más adecuados para tu tipo de piel, contáctanos a través del siguiente enlace, y te ayudaremos.