Los filtros orgánicos son absorbidos por la piel para poder hacer su función y muchos de ellos han tenido debates a lo largo de los años, tanto por salud como por el medio ambiente y su concentración permitida varía mucho entre países. Algunos ejemplos de los más usados:
• Benzofenonas: hay diversos tipos como la benzophenone-3, la oxibenzona. La oxibenzona según estudios más actuales provoca dermatitis de contacto y se ha detectado en muestras de orina y sangre, pero sin posibles efectos endocrinos remarcables. También tiene carácter fotosensibilizante y debe incluirse con un aviso. También se ha estudiado su contribución en el blanqueamiento de los arrecifes.
• Avobenzona: es foto inestable y pierde eficacia en contacto con la luz, se descompone en sustancias desconocidas.
• Octocrileno: posible disruptor endocrino, puede provocar dermatitis y además es persistente y bioacumulativo en la vida marina.
• PABA y derivados: posible disruptor endocrino, ecotóxico y contamina el medio ambiente.
• Salicilatos: el homosalate es muy contaminante y posible disruptor endocrino, además se descompone en sustancias dañinas.
• Cinamato: incluido el octinoxato que contribuye al blanqueamiento de los arrecifes de coral.
Existen muchos otros filtros químicos en el mercado, muchos de los cuales no están prohibidos pero sí limitados. El problema es que muchas veces no hay suficientes estudios para determinar si estos filtros podrían llegar a ser dañinos a las concentraciones a las que las usamos y es por eso por lo que desde all yours nos decantamos a usar los filtros físicos únicamente, ya que no se absorben en la piel porque su función principal es la de crear una barrera protectora frente a los rayos solares.